Cronica:Un dia imborrable para el Perú

Una tarde muy tranquila y acogedora cuando el sol se ocultaba y cuando el viento soplaba raudamente, aconteció un hecho impredecible que alborotó la tranquilidad que circulaba en las calles de Lima.
Nadie sabía que estaba sucediendo; rostros de zozobra y de desconcierto reflejaban en el aula del 5º de secundaria del colegio Leoncio Prado cuando Carlos Quiroz se encontraba en una de sus rutinarias clases de Matemáticas cuando un estruendoso movimiento telúrico comenzó a sacudir la tierra. Algunos estudiantes se miraban atónitos, otros reían de nervios y los más aterrados gritaban ¡Terremoto! ¡Es el fin del mundo!
El profesor que era de avanzada edad sólo atinó a decir ¡cálmense! y huyo del salón, al salir apresuradamente no se dio cuenta que cerró la puerta de madera del aula dejando a los alumnos y a Carlos adentro. Con los alumnos encerrados, el pánico creció y los nervios aumentaban, las lunas retumbaban y caían en todos lados. El suelo temblaba y los alumnos con sentían un gran vértigo en el estómago, el miedo y el temor llenaba sus mentes. Entonces Carlos con unos amigos decidieron golpear la puerta, otros compañeros se acercaron y ayudaron, con patadas y golpes lograron tumbar la puerta. En ese momento corrieron despavoridos pero la escalera estaba atiborrada de personas y era imposible salir. En ese momento su mejor amigo le propone salir por la ventana del tercer piso, manifestando que era mejor morir luchando por salvar su vida a que esperar que el techo les venga encima, Carlos se rió y le dijo está loco; "yo esperare que la única escalera que nos lleva a la salida se despeje un poco", dejando a su amigo atrás con sus locuras ,bajo las escaleras aunque tambaleándose casi se tropieza pero logro así llegar a la salida en donde estaba el patio y las zonas más seguras de evacuación.
Esta es la historia de Carlos y de muchas personas que vivieron en carne propia el terremoto del 15 de Agosto del 2007, de 7.9 grados en la escala de Richter con epicentro en el mar frente a las costas de la ciudad de Pisco. Las zonas más afectadas fueron las provincias de Pisco, Ica, Chincha, Cañete, Yauyos.
Dejó 1500 muertos, casi 2,291 heridos, 85.274 Viviendas de Ica , Lima, Huancavelica y Ayacucho totalmente destruidas e inhabitables y 320.021 personas damnificadas identificó el Indeci. De este total, 285.158 viven en Ica.
14 Establecimientos de salud del sur colapsaron con el terremoto. La infraestructura de otros 112 centros de salud quedó seriamente afectada.
2.500 colegios quedaron afectados por el sismo en la región Ica.
Actualmente no se han podido recuperar y ser las ciudades de antes, por la ayuda tan inepta y ineficaz del gobierno, las obras de reconstrucción de las zonas más afectadas sigue en proceso lento.
Esta experiencia tan traumática y desgarradora a dejado un profundo dolor, unos cuantos minutos de pánico y temor que se convirtieron en una eternidad, amargo sabor que vivieron todos los peruanos.